sábado, 6 de agosto de 2011

Vida Saludable para la Mujer que Amamanta

Wahe Guru! Damos gracias al Cielo por hacernos Madres y tener el don del Oro Blanco!

¿Qué piensas cuando te hablan de la Vida Saludable? Muchas veces lo primero que se te viene a la cabeza es una mujer joven, delgada, vestida de blanco, comiendo lechuga o con los ojos cerrados y sonrientes en postura de meditación… ¿verdad? Pero, qué hay de verdadero en esa imagen? Qué hay de cotidiano y de cercanía a nuestra realidad con tal imagen? Te invito a reflexionar un poquito más allá sobre lo que es la Vida Saludable, especialmente importante en el periodo de la Gestación y la Crianza (donde se incluye la Bendita Lactancia).

Vamos por parte; somos seres de luz viviendo una experiencia humana y terrenal, no olvidemos lo Sagrado en nuestro Ser. Si aceptamos esta premisa, entonces lo de la “Vida Saludable” no se nos hará tan difícil.

Naturalmente necesitamos nutrirnos, en general cuando pregunto a las mujeres en el taller que facilito “¿qué es nutrición?” me contestan “comer alimentos sanos”; pero va más allá: ¿qué nutre o alimenta cada uno de tus sentidos?

Haz este ejercicio y te sorprenderás: Anota qué cosas o situaciones concretas o abstractas alimentan tu vista, tu olfato, tu tacto, tu gusto, tu oído, tu mente y tu alma. Ya con esto comenzaste a vivir más saludablemente.

Imagina ahora que estás en paz con tu propio ser, entregándole lo que necesita para cumplir su misión en esta vida, ¿cómo es entonces la entrega de amor que le das a tu hijo? Probablemente pura. ¿qué sabor tendrá la lechita tibiecita cuando nos encontramos en este estado de paz? Probablemente a mamá feliz. ¿Ves? Y no tuviste que vestirte de blanco ni comer lechuga…

Si tan solo puedes darte unos minutitos al día (incluso con 10 basta, pero no sobra) para meditar, para cantar, para bailar, para darte a ti misma la bendición diaria, créeme, tu leche sería más nutritiva aún para tu bebé. No sólo por que no tendría “ni pizca” de estrés sino porque también él vería a su madre feliz convirtiendo su sangre en leche con todo su Ser.

En fin… podríamos hablar muuucho sobre la parte espiritual de la vida saludable, pero creo que hoy es necesario primero aterrizar un poco y comenzar enraizándonos, haciendo tierra…

  • El cuerpo
Nuestro cuerpo merece dedicación diaria, pero esta no debe ser confundida con vanidad. Con relación a la lactancia, piensa qué químicos estás aplicando sobre la piel de tus senos (vale para toda la piel) y alrededores como axilas. Ponte en el lugar de tu bebé e imagina el olor que siente (a crema hidratante, a desodorante! Cuando debería poder sentir tu olor natural y así poder diferenciarte. Muchas mujeres utilizan una marca determinada de crema ¿se confundirá un bebé que huele a más de una mujer? En cambio el olor natural a mamá es irrepetible!) Las enseñanzas de Yoga nos dicen “la piel es nuestro segundo pulmón, aplica sobre ella sólo cosas que puedas comer”.
Otro aspecto importante sobre el cuerpo es el ejercicio; idealmente deberíamos practicar gimnasias armonizantes que nos ayuden a sacar el estrés en forma fluida. A muchas mujeres les gusta practicar deportes más fuertes, pero ¿se irán al extremo practicando aerobox? (piensa en ello, es un deporte masculino en el cual se busca golpear a alguien ficticio a través de una música alborotada y un esquema energético) No estoy juzgando, sólo creo que debemos hacernos suaves y graciosas, al momento de lactar por lo menos.

  • El descanso
Producir leche diariamente (especialmente al inicio, cuando la lactancia es exclusiva), utiliza una cantidad enorme de energía, por lo que las madres bajamos rápidamente de peso cuando amamantamos. Esta producción equivale a correr diariamente 15 kilómetros. Por eso es vital para asegurar la producción del Oro Blanco, el descanso. ¡Qué importa el mueble empolvado, anda a descansar!

  • El agua
Los seres humanos somos 70% agua, es por eso también que somos influenciados por fenómenos naturales de los cuales estamos cada vez más alejados, como los ciclos de la Luna. El agua no sólo es necesaria para seguir adelante con los procesos vitales físicos, sino también porque el comportamiento errático depende de la relación de agua, tierra, aire y éter. Para la lactancia en especial, es indispensable beber como mínimo 8 vasos de agua pura al día. Algunas personas recomiendan que esta ingesta de agua sea variada (sopas, jugos, etc), sin embargo, las Ciencias Yóguicas nos enseñan que los 8 vasos indicados deben ser de agua pura (pura hoy en día no significa “de la llave”, es importante filtrarla), ya que las sopas y jugos tienen otros componentes que no contribuyen a la hidratación (como sales refinadas y azúcares blancas procesadas); la mujer y el agua deberían ser las mejores amigas!

  • La mente
Idealmente cada persona debiera hacer alguna Meditación en Consciencia cada día para lograr objetivos determinados propuestos individualmente; para la lactancia, siento que hay dos tipos de meditaciones importantes: aquellas que nos ayudan a equilibrar las emociones y aquellas que balancean el trabajo de las glándulas pituitaria, pineal y el hipotálamo, ya que en este sector cerebral se producen las hormonas responsables de la producción de leche.

  • La alimentación
Recordando que en la Naturaleza no existe “Nestlé”, debemos nutrirnos de alimentos que se mantengan lo más cercano a su estado original sin procesar. La leche materna siempre será óptima para el bebé a no ser que la madre se encuentre en estado de desnutrición profunda. Independientemente de esto, cada mujer debe cuidar mucho lo que consume, ya que para el bebé que sólo recibe leche materna el único menú es el de mamá! También debemos ser conscientes de la forma de alimentarnos, idealmente debe ser con alimentos cocinados al vapor o crudos, con granos como chía, sésamo, linaza, etc, con aceites prensados en frío, con cereales integrales, con verduras orgánicas y con un estado de ánimo tranquilo y feliz. El tema de la leche de vaca y la carne deberá quedar para otra nota…

  • La práctica diaria
Idealmente, hacer una actividad armonizante para el cuerpo y meditaciones para el espíritu.

  • Alivio de molestias
Para el alivio de molestias ocasionadas por plétora por ejemplo, es necesario buscar remedios naturales, como por ejemplo las hojas de repollo frías. Vale con preguntarle a las abuelitas y ellas nos revelarán secretos mucho más amables con el medio ambiente y nuestro cuerpo y así no agregar más químicos de los que ya invaden nuestro entorno.

Para finalizar, creo que lo más importante para seguir un estilo de vida saludable para la lactancia es recordar que amamos con todo nuestro ser a nuestro bebé y que fuimos bendecidas a vivir esta vida como mujeres portadoras de Vida, por lo que damos gracias infinitas al Universo (o Dios, como quieras) por permitirnos el don de la vida y la leche; damos gracias también a nuestros hijos por habernos escogido como madres…
Sat Nam!

 Expositora: Sat Prem Kaur Leyla Santos, Facilitadora del Taller de Yoga Prenatal y Yoga para Bebés, Practicante de Yoga y Naturismo. Contacto: lsantosguzman@gmail.com Blog: http://madreenarmonia.blogspot.com/ 

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